En este día vamos a visitar dos de los principales lagos de California en nuestra búsqueda de un paso abierto por la cordillera de Sierra Nevada: Mono Lake y el Lago Tahoe
El día lo comenzamos en Lone Pine, saliendo hacia Alabama Hills, donde se rodaban la mayoría de los western y que es lo que da fama a este pueblo y a su festival de cine de otoño. Para ir a Alabama Hills no hay pérdida, en el único semáforo que hay en Main Street giramos a la izquierda, hacia el monte Whitney, y seguimos la carretera que nos lleva a Whitney Portal. Aquí te puedes perder todo lo que quieras, pero en nuestro caso fuimos a dos miradores cercanos y seguimos en dirección hacia el lago Tahoe.
Para ello volvimos sobre nuestros pasos y cogimos la US-395 en dirección Norte. Tras 200 kilómetros aproximadamente de preciosos paisajes de montaña llegamos a nuestro primer punto de parada, el lago Mono.
En el lado sur de Mono Lake podemos encontrar un centro de visitantes y sus famosas tobas de sal (South Tufa). El lago Mono es un lago endorreico salado y es una de las mayores reservas de aves de la zona, se calcula que más de dos millones de aves paran anualmente en el lago en sus rutas migratorias.
Como siempre, es un lugar muy tranquilo, se respira paz allí dentro, así que tras pagar la entrada correspondiente (no hay guardias en esta época del año, pero no vamos a escatimar los $3 que cuesta la entrada por persona y que se usan para preservar en buenas condiciones el lugar, así que los introducimos en el buzón habilitado para tal efecto) nos adentramos hacia el lago. Las vistas como siempre desde esta parte de Mono Lake son espectaculares, con la diferencia de que las montañas están bastante nevadas con respecto al verano, así que el contraste del lago, la nieve en las montañas y las tobas de sal es espectacular. Es la segunda vez que vengo a Mono Lake y cada vez me gusta más este sitio, tiene algo especial.
Tras estar hora y media en la zona del lago, cogemos el coche y nos dirigimos al punto final del día, el lago Tahoe, que se encuentra a unos 180 kilómetros de Mono Lake. Dejamos a la izquierda el paso Tioga, que utilizamos en verano para entrar directamente a Yosemite, y seguimos por la US-395 hacia el norte. Las vistas desde esta zona del lago Mono vuelven a ser impresionantes, y nos adentramos en una carretera llena de curvas y contracurvas que nos lleva hasta Gardnerville, y ahí subimos un puerto de montaña bastante empinado que nos lleva en una bajada vertiginosa a South Lake Tahoe, pasando primero por Stateline y sus casinos.
Hoy nos vamos a alojar en el Holiday Inn Express South Lake Tahoe, que es muy recomendable. Situado a cinco minutos andando de la góndola para subir a las pistas de esquí y de la zona comercial y de tiendas de South Lake Tahoe, el trato de todos los empleados fue muy amable y el desayuno, que estaba incluido, fue realmente espectacular.
Dado que tenemos poco tiempo para ver Tahoe, llegamos a eso de las 2.30 de la tarde, en el propio hotel nos recomiendan ir a visitar Emerald Bay y ver el atardecer desde alguna de las playas de Tahoe, como Zephyr Cove y no puede ser mejor recomendación.
Comenzamos yendo a Zephyr Cove, una preciosa playa con vistas a todo el lago y que es uno de los puntos de atraque de embarcaciones en el lago. Aunque en verano parten excursiones en barco por el lago que parecen muy recomendables, a finales de abril estas excursiones se realizan exclusivamente el fin de semana, así que siendo jueves no tenemos más remedio que coger el coche e irnos hasta los miradores de Emerald Bay, por una serpenteante carretera US-89 que nos saca de South Lake Tahoe. Las vistas desde los miradores y desde la cascada Eagle Falls son preciosas, así que recomiendo no perdérselas a aquellos que pasen por Tahoe en su viaje.
Por último, obtenemos una preciosa vista del atardecer desde Camp Richardson Marina antes de volvernos al hotel a refrescarnos.