En este primer día vamos a salir de San Francisco rumbo a Yosemite, sin lugar a dudas uno de los parques nacionales más conocidos y espectaculares de Estados Unidos, y visitaremos dos de sus principales zonas: El bosque de secuoyas gigantes de Mariposa Grove y el espectacular mirador de Glacier Point.
Salimos hacía Oakhurst
Comenzamos nuestra ruta a eso de las 11 de la mañana en el centro de San Francisco, justo al lado de Union Square, donde hemos recogido el coche. Salimos de la ciudad por el nuevo puente de Oakland, una espectacular construcción, con dos pisos para automóviles, que siempre parece atascada, pero que al ser domingo no nos causa mayores complicaciones.
Nuestro primer destino es el parque nacional de Yosemite, que se encuentra a unas tres horas y media de San Francisco sin tráfico. El camino es bastante tedioso, pero se agradece el GPS porque allí todas las carreteras se encuentran señalizadas con números y es bastante sencillo pasarse la salida correcta. Según nos acercamos a Yosemite las señalizaciones se vuelven más claras, sobre todo al salir de la autopista y dirigirnos ya por carretera nacional hasta Merced y Oakhurst, nuestro primer destino, pues es donde hemos cogido el alojamiento para hoy.
Primer destino: Mariposa Grove
Tras llegar sin pérdida al hotel y dejar nuestras cosas en el mismo, comemos algo en el pueblo y a las 15 horas enfilamos hacia la entrada sur al parque de Yosemite, que se encuentra a escasas millas del pueblo. Nada más entrar a Yosemite, pagar los $35 de rigor por la entrada de 7 días (incluido en el pase America the Beautiful, que te permite acceder a todos los parques nacionales de Estados Unidos durante un año por $80) nos dirigimos hacia la derecha a Mariposa Grove, un bosque de secuoyas espectaculares, a donde llegamos al parking a eso de las 15:30 horas.
El atardecer en Glacier Point
Tras ver los principales árboles de Mariposa Grove (Grizzlie Giant, Fallen Monarch…) volvemos sobre nuestros pasos y nos dirigimos a eso de las 17 horas a nuestro nuevo destino: Glacier Point. Por el camino pasamos por el mítico Wawona, donde se encuentra uno de los hoteles más antiguos y lujosos de los parques nacionales de Estados Unidos, y sin parar cogemos allí un desvío a la derecha que nos lleva por una carretera de unas 17 millas que termina en Glacier Point. Llegamos un poco tarde, casi justo para ver el atardecer desde allí, y la vista es realmente increíble: Las cascadas y cataratas de Yosemite Falls, el Gran Capitán al fondo y todo el valle de Yosemite a nuestros pies, de esas vistas que uno no olvida en la vida.
Vuelta al hotel
Volviendo sobre nuestros pasos salimos del parque y cenamos en Oakhurst, eso sí, conduciendo con mucha precaución porque no hay ni una luz en el camino y la carretera es bastante sombría por el bosque que tenemos a nuestra izquierda y derecha.
En Oakhurst nos alojamos en el BEST WESTERN Plus Yosemite Gateway Inn, un motel formado por varias especie de cabañas bastante acogedoras, situado al lado de la carretera, en el centro del pueblo y cerca de varios sitios para cenar o desayunar al día siguiente (los inevitables McDonald’s o Starbucks se encuentran en la misma acera del motel bajando unos 200 metros por la carretera, y también se encuentra cerca Di Cicco’s, un restaurante italiano donde se puede comer muy bien, a buen precio y con raciones muy abundantes).