Al sexto día, tras un buen desayuno en el hotel, nos dirigimos a Sunset Point para realizar el descenso al anfiteatro de Bryce.
Tras leer varias guías, seguimos su consejo y bajamos por el Navajo Loop y en lugar de subir por el mismo camino decidimos volver por el Queen’s Garden, que nos deja en el Sunrise Point, distante a menos de media milla del punto de partida (en total, unos cinco kilómetros de caminata). Nada más comenzar a bajar por el Navajo Loop hacia Wall Street nos damos cuenta de que esta es la mejor opción, porque el descenso es realmente empinado. Las vistas son espectaculares, a cada paso dan ganas de pararse y mirar a un lado u otro para disfrutar del paisaje, pero eso si, conviene subir a ritmo y sin forzar demasiado, porque los más de 2.800 metros a los que está situado Bryce Canyon se notan mucho.
Tras terminar nuestra caminata, ponemos rumbo hacia Zion National Park, situado a unos 100 kilómetros de Bryce Canyon, comiendo por el camino (en Mt. Carmel Junction). El parque de Zion tiene dos peculiaridades:
- En todo el parque la carretera está pintada de marrón, para que no se distinga en el paisaje.
- No se puede acceder en tu coche a los principales puntos de interés del parque. En su lugar, se debe coger un autobús gratuito en el Visitor’s Center que te permite bajarte en 7 puntos de interés principal.
Viniendo desde Bryce, cruzas todo el cañón en coche (previo pago de $35 al ranger de turno o presentando el pase anual en la entrada, el ranger nos da como en todos los parques nacionales un mapa del parque y un periódico con las actividades disponibles e información de interés) y tras cruzar un túnel, en el que hay que esperar bastante si viene un vehículo ancho, porque sólo puede pasar un camión en un sentido, llegamos a Springdale, que es donde tenemos el hotel, el Pioneer Lodge Springdale, un precioso hotel de madera y que fue el primer hotel que abrió en Springdale. Dejamos las maletas y nos volvemos hacía el parque, aparcando en el Visitor Center que se encuentra a una milla de la población aproximadamente.
Cogemos el autobús, y nuestra primera parada donde nos bajamos es The Weeping Rock, un sitio donde tras caminar 10 minutos nos encontramos una bonita catarata y una buena vista del cañón y los famosos Court of the Patriarchs. El calor en Zion es considerable, así que tras terminar esta caminata nos decidimos a ir a ver lo más bonito de Zion, the Riverside Walk, que se encuentra justo al lado de la última parada del autobús, The Temple of Sinawava. Por el camino dejamos a nuestra izquierda Angels Landing Trail, un camino no apto más que para gente en muy buena forma y que no tenga vértigo, y que pasa por alguna de las mejores zonas de escalada de Estados Unidos. Una vez visto el cañón, volvemos sobre nuestros pasos y cogemos el autobús de vuelta hasta el Visitor Center, donde cogemos el coche y volvemos al pueblo para cenar estupendamente en unos de los sitios recomendados por nuestra guía.