Hoy vamos a descubrir la High Line, un parque que se inauguró en el año 2009 y que es una de las propuestas más originales de Nueva York, llevaba a cabo y pagado íntegramente por la comunidad. Y es que todo el parque se ha realizado rehabilitando las antiguas vías del tren que juntaban Meatpacking District con el nudo ferroviario de Penn Station, dando lugar a un parque en altura que en muchos momentos nos regala unas preciosas vistas de Nueva York. Eso sí, se añoran un poco los primeros años, en el que era muy poco conocido y apenas te encontrabas con gente, ahora en muchos momentos está demasiado lleno y no os recomiendo ir a visitarlo durante el fin de semana, pues se hace casi imposible dar un paso por allí. Si queréis que os acompañe un guía y os vaya indicando todos los detalles, siempre podéis reservar un tour por la High Line, y también os enseñarán el cercano Meatpacking District.
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El museo Whitney
El parque comienza subiendo unas escaleras metálicas en Gansevoort Street, justo al lado de la entrada al museo Whitney de Arte Americano, museo que merece pena si te gusta el arte moderno norteamericano, y en especial Hopper, y desde donde se obtienen desde sus pisos superiores unas preciosas vistas de Nueva York. El edificio es realmente espectacular, fue diseñado por Renzo Piano y abierto en el año 2015.
Comienza el paseo por la High Line de Nueva York
Al subir las escaleras nos damos con el parque y con una de sus características principales, y es que el parque está realizado siempre en altura y va cruzando edificios cuando se topa con uno. El primer tramo nos lleva a los bajos del hotel Standard, y después de cruzar llegamos a la zona más conocida de este parque, la situada justo al lado del Chelsea Market.
Chelsea Market, una parada imprescindible
Chelsea Market, situado en lo que antiguamente era una fábrica de galletas Nabisco, es un mercado del que se ha reutilizado la fábrica antigua para montar pequeños puestos de comida o supermercados gourmet, y merece la pena su visita, aunque no sea la hora de comer.
Resto del paseo
Cuando terminemos, volvemos a la High Line y seguimos andando por el barrio de Chelsea dejando a la izquierda el IAC, de Frank Gehry, el nuevo parque de Little Island y los Chelsea Piers, el lugar donde debería haber llegado el Titanic en su viaje inaugural, y a la derecha una espectacular vista del Empire State y los tejados de Manhattan.
Este tramo, que ocupa desde la calle 16th a la calle 30th es el más transitado y a nuestro paso iremos viendo diferentes esculturas y grafitis y nos iremos metiendo poco a poco en la nueva ciudad.
Al llegar a la calle 30th, llegamos a las Hudson Yards, que se ha convertido en una nueva zona de rascacielos de Manhattan. Podemos bordearla por un camino marcado y podremos disfrutar de una bonita vista de New Jersey durante esta parte del paseo, aunque si estamos cansados podemos evitarnos este tramo y seguir de frente hacia The Shed, un nuevo centro cultural y auditorio, The Vessel, una espectacular escultura, que por el momento no dejan subir por sus escaleras, y Hudson Yards, un enorme centro comercial, donde se encuentra Mercado Little Spain, un sitio con diferentes restaurantes de comida española que han ubicado aquí los hermanos Adriá y el chef Jose Andrés, y The Edge, un espectacular mirador de Manhattan situado en lo alto de este edificio.
El paseo termina aquí, después de un par de horas aproximadamente de caminata, justo en la esquina del Javits Center, el principal centro de convenciones de Nueva York, situado en la Avenida 11, y justo al lado encontraremos la parada final de la línea 7 de metro, 34th Street – Hudson Yards, que en una parada nos llevará a Times Square y en dos nos dejará en Bryant Park, si no queremos darnos la caminata hasta el centro de Midtown.
Mapa del paseo por la High Line de Nueva York
Más información
Para más información os recomiendo visitar la web oficial de la High Line, en inglés.
Hace un año hicimos el recorrido en un hermoso día de verano y a pesar del calor que hacía valió la pena es paseo porque hay bancos para descansar y bebederos para reponer nuestras botellas de agua. Y se tienen unas vistas hermosas de la ciudad. Un paseo recomendable y qué para quien ya ha visitado Nueva York y no lo conoce no se lo debe perder.