Cave of the Winds es una de las principales atracciones turísticas de la parte estadounidense de Niagara. Mediante un ascensor podremos bajar al fondo de la catarata y disfrutar de unas vistas y una experiencia inigualable, sintiendo, sin peligro, toda la fuerza de las cataratas de Niágara. Eso sí, el remojón está asegurado, pero por fortuna nos proporcionan todo tipo de cosas para evitar que mojemos nuestra ropa.
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Entrando a Cave of the Winds
Tras comprar las entradas en la taquilla y esperar a nuestra hora para acceder, está todo muy bien preparado para evitar grandes aglomeraciones, nos permiten entrar a una gran sala en la que nos cuentan la historia de Niágara y cómo se transformó de una zona industrial, con alguno de los primeros generadores eléctricos, al parque nacional que es ahora.
Al finalizar el video, nos proporcionan una bolsa para guardar nuestros zapatos, que nosotros atamos a nuestro cinturón para que no se mojaran, y unas chanclas para movernos por Cave of the Winds, que sin duda os recomiendo usar si no queréis estar todo el resto del día con los pies calados.
Bajando en el ascensor
Una vez calzados con las chanclas, que nos las podremos llevar, si queremos, de recuerdo, ya estamos preparados para ir a la cola para bajar en ascensor. Tras un rato de espera, subimos al ascensor y al llegar abajo a través de un túnel salimos a la zona de la catarata estadounidense, obteniendo unas preciosas vistas de la zona canadiense de Niágara.
Nuestra experiencia en Cave of the Winds
Aquí nos dan ya el chubasquero de nuestra talla, que también nos podemos quedar si queremos como recuerdo, y empieza la acción.
A través de unas pasarelas nos vamos acercando poco a poco a las cataratas, hasta ya un punto en que es imposible no mojarse, menos mal que con el chubasquero y la bolsa para los zapatos mantenemos bien seca nuestra ropa. Os aconsejo poneros una gorra debajo de la capucha del chubasquero, así podréis ver mejor y disfrutar más de todo el paso de la zona de la catarata.
Subir por las escaleras desde la zona baja a la zona alta de Cave of the Winds ya es, de por si, un desafío, y para los más valientes, arriba del todo de la atracción encontramos la Tornado Zone, un sitio donde el chorro de la catarata casi te golpea directamente y en el que es realmente difícil mantenerse un rato, pero que puedes evitar si quieres pues el camino va hacia la derecha y esta zona es una pasarela que se mete hacia la izquierda.
Al finalizar este paseo, que te llevará de 10 a 15 minutos y en el que te será muy difícil hacer fotos, pues se cala el móvil y la lente de la cámara se llena de gotitas de la catarata muy rápidamente, sólo nos queda quitarnos el chubasquero, coger el ascensor y atarnos nuestros zapatos para poder seguir disfrutando de nuestro día en Niagara.
Sin lugar a duda, para mi es una de las atracciones más recomendables de todas las que hay en Niágara.
Video de nuestra experiencia en Cave of the Winds
Aquí os dejamos un vídeo de nuestra experiencia en Cave of the Winds, para que os podáis hacer una pequeña idea de lo que os vais a encontrar:
Horario
- 13 Junio – 2 Septiembre: 9 a.m. – 8:15 p.m.* (Domingo a Jueves) / 9 a.m. – 9:15 p.m.* (Viernes y sábado)
- 4-7 Julio: 9 a.m. – 9:15 p.m. (A diario)
- 3 Septiembre – 14 Octubre: 9 a.m. – 6:15 p.m.* (Domingo a Viernes) / 9 a.m. – 8:15 p.m.* (Sábado)
- 15 – 21 Octubre: 9 a.m. – 4:15 p.m.* (A diario)
Durante el resto del año se puede realizar una versión abreviada de esta atracción turística, si el tiempo lo permite.
Tarifas (año 2023)
- Adultos: $19
- Jóvenes: $16
Más información
Para más información, os recomiendo visitar la web oficial de Cave of the Winds, en inglés.
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