Desayunamos pronto en Zion y a eso de las 10 nos ponemos en marcha en dirección a Las Vegas. Tras realizar unos 50 kilómetros por una carretera nacional de doble sentido, salimos a la autopista Denver-Las Vegas, muy llana, recta y bastante monótona, y en unas 2 horas estamos ya en Las Vegas.
Las Vegas es bastante grande, pero gracias al GPS entramos bien al Strip por Flamingo Road para dejar las cosas en el hotel y nos fuimos a uno de los outlets de la ciudad para realizar unas compras.
Al concluir el viaje y haber pasado un tiempo desde el mismo, se me ocurren las siguientes conclusiones y recomendaciones sobre el mismo:
Sin lugar a dudas los parques nacionales que más me han sorprendido son en este orden Monument Valley, Bryce Canyon y Arches, para mi todos ellos imprescindibles. El Gran Cañon era algo parecido a lo que me esperaba, y es obligatorio coger un helicoptero si sólo se va un día para darte cuenta de la inmensidad del lugar. Zion es probablemente el parque nacional que menos nos ha gustado, pero es que ya nos ha cogido muy cansados, después de dos semanas por Estados Unidos, y probablemente ya estabamos demasiado saturados de coche. Si alguna vez vuelvo a la zona daré otra oportunidad a Zion.
Creo que la decisión más acertada que hicimos fue dormir siempre en las puertas del parque nacional que íbamos a visitar al día siguiente. Eso hizo que estuviéramos muy frescos para ver el parque por la mañana y a media tarde hacer los kilómetros necesarios para ir al siguiente parque nacional. Para reservar los hoteles, utilizamos Booking.com para las reservas que realizamos en ciudades, y nos aprovechamos de las cadenas de moteles que tienes por todo Estados Unidos, como por ejemplo Best Western (web de Best Western en español ), Holiday Inn Express (web de Holiday Inn Express en español
) o Motel 6 (web de Motel6
), para realizar el resto de reservas. Estos moteles suelen tener un buen precio, ser bastante confortables y ofrecerte lo que necesitas después de la paliza del día: Una cama y una habitación limpia con una piscina veraniega donde poder relajarte en la mayoría de los casos.
Si tuviera que volver a planificar el viaje, no volaría de Yellowstone a Denver y luego haría en coche de Denver a Moab, porque lo que te ahorras es muy poco, y asi como de Denver a Moab hay poco que ver, de Yellowstone a Moab puedes parar en Salt Lake City y ver su famosisimo lago salado.
La ruta indicada en siete días se hace muy fácilmente, el único día que se nos hizo un poco pesado fueron los 600 kilómetros de Denver a Moab, pero en todos los parques la visita la realizamos a un ritmo tranquilo y en ningún momento tuvimos sensación de ir muy deprisa o con agobios.
Entre Moab y Monument Valley desviandote un poco en Blending se encuentra otro pequeño parque nacional, Natural Bridges National Monument, que se puede visitar en una hora y que ofrece principalmente tres arcos muy espectaculares al estilo de los que te encuentras en Arches. En nuestro caso, aunque estaba previsto verlo, no paramos porque empezó a llover torrencialmente y no tenia mucho sentido la visita.
Agradecer a unos amigos que insistieran en que fueramos a Canyonlands y vieramos al menos Death Horse Point, que fue al que finalmente fuimos, o Island in the Sky, merece la pena gastar un par de horas una vez llegado a Moab y poder observar esa espectacular vista de los meandros del rio Colorado o la unión del rio Verde y el rio Colorado.
Como he indicado antes, me parece imprescindible ir en helicoptero por el Gran Cañon. Otra opción es comprar desde Las Vegas la opción combinada Gran Cañon-Monument Valley en avioneta, que cuesta poco más que sólo ir al Gran Cañon y la avioneta te va realizando eses por el cañon para que lo veas perfectamente en el camino entre Gran Cañón y Monument Valley. Si sólo cogéis la avioneta de las Vegas al Gran Cañon no divisareis nada del mismo salvo en los miradores a los que te acercan con el autobús.
Otra cosa para mi imprescindible es visitar Monument Valley con un guia navajo. No sólo permite disfrutar a todos del parque, la pista es de tierra y en muchas ocasiones se necesita un mínimo de pericia y haber conducido previamente un 4×4 para moverse por él, sino que además nos enseñará zonas del parque que están cerradas al gran público y sólo se pueden visitar en compañia de un navajo y además nos explicará tanto su historia como todos los monumentos por los que vamos pasando.
Para aquellos que pasen por Page, no os olvideis de parar en Horseshoe Bend, un espectacular meandro en forma de herradura en las afueras del pueblo y al que accedeis tras andar casi una milla desde el aparcamiento situado en el margen izquierdo de la carretera que une Cameron y el Gran Cañon con Page. Asimismo, para los que tengan tiempo en Page, Glen Canyon y un paseo al atardecer en barco por el lago Powell es algo realmente muy recomendable, sin duda una de las sorpresas agradables del viaje.
Preguntar siempre al llegar al hotel o al parque nacional que vais a visitar cúal es la hora local, porque justo el cambio de uso horario se encuentra entre Arizona y Utah y por ejemplo puede haber una diferencia de una hora entre Tusayan, al lado del Gran Cañon, y Page. Cuando confirmeis la visita con los navajos para Monument Valley preguntarle la hora que es para él, porque en todo el territorio navajo tienen la misma hora y en verano puede haber diferencias de una hora con el estado en el que esteis.
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